Aprovechando las fiestas navideñas, los cinéfagos gaditanos, Kitano, Stan y un servidor, aprovechamos para volver a celebrar una de nuestras queridas Sesiones Cinéfagas. Fue el pasado día 23 de diciembre. Primero fuimos al cine a ver ‘La Búsqueda: El Diario Secreto’ y luego, con comidita y bebida de sobra, nos “apalancamos” en cierta vivienda gaditana y nos quedamos a ver dos películas en la televisión, ‘Duro de Matar’ y ‘Todos la Querían… Muerta’. No fue una sesión brillante en lo cinematográfico, desde luego, pero lo compensamos con el habitual cachondeo y buen rollo de estas “kedadas”. Para muestra, las tradicionales fotos de estos posts. Let´s go…
La Sesión Cinéfaga Navideña comenzó, como digo, con la visita al Corte Inglés de Cádiz. Allí nos paseamos por la sección de libros, la de DVDs, babeando ostensiblemente, por la cartelera, donde decidimos qué veríamos, y, finalmente, por la parte de restaurantes, donde almorzamos un buen puñado de porquerías, fritangas, basura o como queráis llamarlo. Todo regado de ketchup, mayonesa y salsas varias. No se nos ocurriría comer otra cosa en una de estas sesiones. Ah, y una pizza de tres quesos (sí, sólo tres) que no tuvimos cojones de acabar.
El matón Kitano muestra a un impresionado Stan uno de sus zapatos llenos de sangre… ¿o era ketchup?
Tras quedar reventados por tanta mierda consumida, llegó el momento de entrar en el cine. Entre que un servidor ya había visto casi todo y que Nicolas Cage estaba en cartel, no había mucho para pensar. ‘La Búsqueda: El Diario Secreto’ era una elección clara. Tan clara como oscuro el resultado. Hablando en plata, la película es una gilipollez, con un guión que parece escrito por enfermos mentales de cinco años. Y los actores están penosos, empezando por un ridículo Nicolas Cage y acabando por un senil Jon Voight. Sólo se salva un poco Ed Harris, que siempre está bien, a pesar de que su personaje sea imbécil. Si queréis una crítica completa, pinchad aquí.
Con el estómago hecho una mierda (culpa de la peli y culpa de lo que habíamos comido antes), bajamos a tomar un reconfortante y asqueroso café (nestea para el joven deportista) y poder charlar tranquilamente del recién visto bodrio de estas navidades y de otras cuestiones puramente navideñas. El plan para nochevieja ya está trazado. Los regalos comprados, casi todos. ¿Por qué Cage hace tanta porquería?
Y ahí estábamos, charlando animadamente, cuando Stan hizo referencia, en plan chistosa, al traje de Kitano. No dejaba de llamarle empresario, cosa que a Kitano no le agradaba para nada. Y entonces pasó lo siguiente…
-Ya te vale, joder, le has dejado K.O. Prometiste no volver a usar la llave del hámster eléctrico.
-Tranquilo, se despertará en menos de lo que se tarda en decir Zatoichi.
Una vez recuperada la normalidad (Kitano, muy generosamente, pagó la mitad del nestea de Stan, como disculpa), nos trasladamos a una cómoda vivienda situada en Cádiz. Allí preparamos una sabrosa cena que se componía de bocadillos, patatas fritas y polvorones. Y para beber, primero cerveza y después ron. Una buena mezcla. Creo que por las fotos ya notaréis que hacía tiempecito que no probábamos el alcohol (tengo esa excusa y la de la edad, ¿cuál prefieres?).
Mientras consumíamos todo esto, en la televisión nos ofrecían un particular programa doble. ‘Duro de Matar’, con Jackie Chan, y ‘Todos la Querían… Muerta’, de Danny de Vito. La primera es lo de siempre, Chan de un lado para otro y una dirección lamentable; y la segunda es una aburrida y sosa tontería salida de la mente nada brillante de Don Vito. Pero bueno, al menos nos sirvieron para echar unas risas. Y es que en la compañía adecuada, cualquier película puede valer para eso.
Y nada más que contar. Estos dos no quieren que cuelgue las fotos que hicimos cuando llegaron las prostitutas de lujo, pagadas gentilmente por Kitano, ni cuando, alertados por los vecinos, llegó la policía y Stan se lió a palos con varios de ellos, en un combate que Dios habría incluído encantado en su Naranja Mecánica; ni siquiera cuando, al día siguiente, nos encontramos en una prisión junto a varias borrachas vestidas únicamente con camisetas del Cádiz. Qué le vamos a hacer, son chicos tímidos.
Por mi parte, espero que os haya resultado entretenido el post. Y aprovecho una vez más para desearos felices fiestas desde Tierra de Cinéfagos.
Hasta otra, amigos.
Posdata: Aquí os dejo con los créditos de ‘Duro de Matar’ (Rumble in the Bronx), por dos motivos. Primero, por el tema musical; segundo, por el hostión que se pega Chan y que le cuesta un tobillo. Enjoy!
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Fdo: Chico Viejo